Este tremendo poeta: Miguel de la Cruz, me regala la posibilidad de escuchar en su voz un poema de Los Bordes del Azar.
Infinitas gracias, estimado.
mi padre se parecía a los caballos
que el abuelo herraba
en el final del terreno de la casa
fortaleza y libertad
impaciencia de potro frente al campo
yo imitaba su furia en un cuaderno oscuro
un imperfecto ser sin cascos ni músculo
donde la frágil cabalgaba
por antojo de imitar lo que hacía su padre con el día
y fui la perfecta contracara
la moduladora del vacío
él me enseñaba el vértigo de sol a sol
el morro
yo controlaba el trazo del papel
él modelaba la mezcla sobre el ladrillo
yo agregaba a la hoja
la tesitura grave
la fuerza de lo que estalla en soledad