También me ensucié
las manos con cal y barrí la arena
Cuando pienso en las palabras
recuerdo a mi padre con una cuchara de albañil
quitando restos de cemento entre ladrillos
lo veo repasar con ternura de obrero
la piel rugosa de la mezcla
Recuerdo que lo miraba transformar el espacio
guiado por la claridad de un sencillo piolín
de extremo a extremo de la obra
con la misma sencillez con que transformaba la vida
No se borra de mí esa dicha
la tarea fina del fratacho
pasando dulcemente por la cara de la casa
como si fuera el rostro de la infancia
como si fuera un poeta
buscando el mejor poema para dar
Él logró con su manera de estar
volver dichosa la mía
logró
mejor dolerme los ladrillos
la mezcla la cuchara
el hilo que tensa esta vida mía
entre extremo y extremo
recuerdo a mi padre con una cuchara de albañil
quitando restos de cemento entre ladrillos
lo veo repasar con ternura de obrero
la piel rugosa de la mezcla
Recuerdo que lo miraba transformar el espacio
guiado por la claridad de un sencillo piolín
de extremo a extremo de la obra
con la misma sencillez con que transformaba la vida
No se borra de mí esa dicha
la tarea fina del fratacho
pasando dulcemente por la cara de la casa
como si fuera el rostro de la infancia
como si fuera un poeta
buscando el mejor poema para dar
Él logró con su manera de estar
volver dichosa la mía
logró
mejor dolerme los ladrillos
la mezcla la cuchara
el hilo que tensa esta vida mía
entre extremo y extremo
Susana Slednew, en: Los bordes del azar, Ediciones en Danza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario